Narra
Amy.
Después
de contarle a las chicas lo de la fiesta. Decidimos empezar a
prepararnos. Ahora que lo pensaba ¿sabíamos a que hora abría la
discoteca?
-Oye,
¿alguna de vosotras tiene el número de los chicos?
-Si
yo- dijo Maggie saliendo del cuarto de baño con dos toallas, una
enrollada a su cuerpo y la otra en su cabeza.- El de Niall.
Por
un momento, no me extrañé que tuviese su número. En fin, habían
estado tonteando desde que se conocieron.
-Bien
pues mándale un whatsapp para saber a que hora hay que estar en la
puerta de la discoteca. - y tras decir esto me metí en mi habitación
a elegir la ropa mientras esperaba a que Emma saliese de la ducha.
Narra
Maggie
Después
de que Amy se encerrara en su habitación, le envié el whatapp a
Niall como esta me había dicho.
Maggie.
21:20
“Oye
¿a qué hora debemos estar en la puerta de la disco? X”
Mientras esperaba la contestación
me metí en mi habitación para seguir preparándome, pero solo me
dio tiempo a secarme un poco el pelo con la toalla cuando me sonó el
móvil.
Niall.
21:22
“¿Qué
os parece a las once y media? Espero que hoy no se me caiga ningún
vaso encima tuya. X”
Abrí el mensaje y sonreí como
una tonta.
Maggie.
21:23
“Perfecto
allí estaremos. Yo también lo espero. X”
Tras contestar me puse la ropa
interior y abrí mi armario para decidir que me iba a poner. Poco
tiempo después ya lo tenía decidido.
Narra
Emma
¿Porqué tenía que ser así?
Era un completo gilipollas. Pero...¿por qué ocupaba mi cabeza todo
el día? Era un creído y un mujeriego. Supongo, que porque no lo
aguanto.
Poco después de ducharme entró
Amy diciéndome que siempre tardaba mucho.
Fui hacia la habitación y me
vestí y maquillé. Al entrar al salón ya estaban las dos
esperándome. No sé como lo hacía que siempre era la última,
aunque me empezase a preparar de las primeras.
{Emma} {Amy} {Maggie}
Estaban
guapísimas.
-Creo
que alguien va a ligar esta noche.- dijo Maggie tras fijarse en
nuestros vestidos.
-Habló
quien ya ligó.- rechistó Amy que recibió un leve codazo de Maggie.
Reímos.
-¿Bueno
nos ponemos en camino?
-Sí,
son las once y cuarto seguramente llegaremos tarde- asintió Amy.
Narra
Niall
Estaba
muy nervioso. Me encantaba estar con ella, nos reíamos de las mismas
cosas, nos llevábamos muy bien.
-¿Bailamos?
- me susurró en mi oído. La verdad es que estaba algo ebria, me
hacía reír.
-De
acuerdo.- dije animado. Fuimos a la pista de baile, al principio
sonaba una canción con mucho ritmo, pero luego la cambiaron por otra
extremadamente lenta. Los dos nos fijamos en todas las parejas y
echamos a reír. Pensaba que ella se iba a volver a la barra, me
equivocaba, ella me cogió de la mano y la colocó en su cintura.
Puso sus manos alrededor de mi cuello y apoyó su cabeza en mi pecho,
dejándome obtener más contacto de ella. Miré hacia atrás para ver
la expresión de los chicos que nos miraban asombrados, yo les
sonreí.
Narra
Harry.
Niall
no perdía el tiempo, desde luego que no.
Aparté
la vista de ellos y me fijé en Emma que reía con un chico que
acababa de conocer por algo que ignoraba, pretendía hacer que
captara mi atención.
-Esta
noche te ves hermosa.-susurré pegándome en su cuello.
Ella
no dijo nada, me apartó la cabeza con su mano y resopló al ver que
aquel chico se iba por mi culpa. Seguía sin hacerme caso.
-No
me ignores.- dije sujetándole el rostro con mis manos. Ella cogió
mis manos y las apartó sin más. Me rendí y le llevé a la pista
agarrándole las manos para que no se librara.
-¿Qué
haces? Eres idiota.
-No
soy idiota, intento llevarte a bailar.
Revoleó
los ojos y le coloqué mis manos en su cintura rudamente para que no
pudiera irse.
-Me
haces daño, bruto. No voy a salir corriendo.
Sonreí
aflojándole el agarre. La arrimé más a mi provocándole un pequeño
gemido, me reí. Hundí mi cabeza en su cuello.
-Harry
– advirtió.- No vuelvas a hacer eso.
-Admiraba
mi marca, te queda realmente bien.
-¿Por
qué no elijes a otra chica y la sacas a bailar? ¿por qué yo? -
preguntó indignada.
-Porque
eres mía.- dije tocándole la marca. Resopló y se escaqueó de mi
agarre.
Al
menos no me había dado un bofetón como la última vez, sonreí.
Narra
Zayn.
Ya
era bastante tarde, toda la noche la pasé al lado de Amy. Se veía
muy bien en ese vestido. Bailé con ella, me dirigí a la barra para
ir a por nuestros respectivos vasos.
Me
di la vuelta y me quedé mirándola, estaba bailando con otro chico,
no sabía quien era, hasta que fui allí.
-¿Este
es? - dije fulminándole con la mirada.
-Es
James, mi jefe. - ella seguía bailando con él. Le cogí de su
muñeca y la apoyé contra mi.
-Lo
siento, James. Yo ya estaba bailando con ella.- Reprimí una risita y
nos fuimos a la barra.
-Eres
un celoso, Zayn. - puso un puchero Amy.
-No
lo soy, prefiero que estés conmigo que con él.- ella sonrió y me
besó en la mejilla. Sentí millones de sensaciones en ese instante,
me sentí estúpido y torpe.
Ya
era tarde, por lo que decidimos irnos de aquel antro. Llevé a Amy y
a su amiga Emma a su apartamento, con los demás chicos menos su otra
amiga Maggie y Niall, que dijeron que pedirían un taxi después.
Narra
Maggie.
Tenía
un terrible dolor de cabeza y me reía de todo.
-Niall,
quiero irme a casa.- asintió y pidió un taxi. Pero no era a mi
dirección, ¿a dónde me llevaba? No me importaba, me apoyé en su
hombro y cerré los ojos.
*
*
*
-Maggie,
despierta, no te quedes en este coche a dormir.- dijo su agradable
voz.
Con
los tacones en una mano y otra alrededor de su cuello, salí del taxi
y caminé por aquel césped húmedo. Froté mis ojos, y resoplé al
recordar que iba maquillada.
-¿Qué
es esto?
-Es
mi casa, están los chicos dentro, pero estarán en sus habitaciones.
-¿Por
qué me has traído aquí? - pregunté frustrada.
-¿Te
has visto cómo estás? Ahora mismo si te suelto, eres capaz de
caerte.- reímos.
Abrió
la puerta de aquella fantástica casa y subimos a su habitación,
dónde tenía su propio baño.
-Date
una ducha, lo necesitas.- asentí. Al cabo de poco ya tenía una
toalla alrededor de mi cuerpo y salía del baño como si estuviera en
mi casa.
-Ma-Maggie,
tienes una sudadera mía encima de la cama.- me dijo dándose la
vuelta para no verme con esa toalla.
-No
hace falta que te des la vuelta, ya habrás visto esto antes, y en
mejores cuerpos.-reí. Pero él se seguía sin dar la vuelta, me puse
su sudadera.
-Que
sea famoso, no quiere decir que haya tenido que ver eso antes.- dijo,
a secas.
-No
te enfades, tonto.- dije girándole para que me viera y dándole un
beso en la mejilla.-Me lo he pasado muy bien esta noche, pero me
gustaría dormir.
-Duerme
en mi cama, yo dormiré en el sofá.
-No,
tranquilo, puedes dormir aquí, confío en tu palabra.- reímos.
Al
cabo de poco nos quedamos profundamente dormidos.
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