Pedimos un taxi, que
tardó poco en llegar. Entramos.
-¿A dónde os
llevo? - preguntó el taxista.
-A la calle ….,ehh-
dijo Niall hablándole al taxista.
-¿En que calle
vive?- preguntó en este caso refiriéndose a mí.
-En William Shakespeare Street. -dije
burdamente y volví a mirar hacia la ventana.
-De acuerdo, allá
vamos.- arrancó el coche el taxista.
Mientras poníamos
rumbo hacia mi casa, el chico me miraba a los ojos, y yo le miraba a
él sin decir nada. Hasta que el silencio se rompió cuando...
-Al menos me podrías
decir tu nombre...-dijo el chico sin apartarme la vista.
-Me llamo Maggie, y
¿tú?-le dije con interés, pero sin que se notase.
-Mi nombre es
Niall.-me dijo sonriendo.
Nos quedamos en
silencio unos minutos. Empezó a sonar en la radio una canción que
no conocía, y él me preguntó:
-¿Conoces esta
canción?
-No.-le contesté.
-Es de One
Direction, ¿conoces esa banda?
-Pues que ahora que
lo mencionas, salió en la televisión.-le informé.
-¿Te gusta esa
banda?- me preguntó.
-Pues si te digo la
verdad, es que no me hacen mucha gracia; me caen mal, se creen que
tienen todo en la palma de la mano, el centro del mundo.- le dije
sinceramente.
-Ah... vale.-me
dijo, con la mirada perdida hacia la ventana.
-¡Ya hemos
llegado!-dijo el taxista.
-¿Cuánto
es?-pregunté.
-No te
preocupes...Lo pagaré yo. Hasta la vista, espero verte pronto.-dijo
Niall, su sonrisa se borró instantáneamente.
Me dirigí hacia la
puerta del piso y cuando quise mirar hacia atrás, el coche y él, ya
no estaban.
Narra
Emma.
Estábamos en busca
de Maggie, no aparecía por ninguna parte.
-Amy, mándale un
whatsapp.- le dije al oído por la molesta música.
Amy tardó poco en
mandárselo, y Maggie tampoco tardó en contestar, estaba en casa.
Amy salió de la
discoteca la primera para pedir un taxi; yo iba a llevar mi vaso a la
barra. Cuando un chico alto, de pelo rizado, se puso en mi camino.
-Hola guapa, no
deberías andar sola por aquí.-dijo el chico.
-Tranqui, he venido
con amigas. Ahora si no te importa, apártate de mi camino, ¿si?-
dije con ánimo de que se alejara de mi.
-¿No me
reconoces?-dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Hmm...¿debería
conocerte?- pregunté.
-Soy Harry, Harry
Styles.-dijo extrañado y yo hice una mueca- ¿One direction? ¿No te
suena esa banda?
-Ahh claro, eres uno
de sus componentes. Pues lo siento pero no soy fan.- Dije
intentándome ir.
-¿Qué te parece si
le digo al DJ que ponga una canción lenta? Bailaríamos, tú y yo,
solos.-dijo cogiéndome del brazo para que le mirara a la cara,
parecía ligar conmigo.
-No, gracias, no
bailo con niñitos del pop, que se creen el centro del mundo.-añadí
y me alejé hasta llegar a la calle, donde estaba Amy.
Para entonces, ya
estaba allí el taxi; nos montamos y pusimos rumbo a casa.
-A William Shakespeare Street,
gracias.- dijo Amy con cara de cansancio.
-Tía, si te cuento
qué me ha pasado allí dentro, no te lo crees.-dije.
-¡¿Qué te ha
pasado?!- dijo Amy intrigada.
-Pues que un tal
Harry, el chico ese, el de One Direction, ha intentado ligar conmigo,
y me he quedado flipándo.- rechisté.
Cuando Amy iba a
decir algo, chocamos contra algo, y un ruido desadragable proveniente
de un cláxon, que ensordeció mis oídos.
-¿Qué ha pasado?-
dije asustada, bajándome del coche.
De pronto, ví al
mismo chico que intentó ligar conmigo, y nos habíamos chocado
contra ellos, en un cruce.
-¡Joder! ¿Podrías
tener más cuidado, no?- dijo enfadado el chico que manejaba el
lujoso Land Rover.
-Parece ser que el
destino nos a vuelto a unir.- dijo con ánimos de galán Harry.
-No creo que haya
sido el destino, más bien, la mala suerte.- dije mirando hacia atrás
para apartar la vista de aquel chico.
-No pasa nada,
llamaré a la grúa, y que se lleven el coche y traigan uno
nuevo.-dijo el chico que manejaba.
-¿Y tú quién
eres?-preguntó Amy.
-Yo soy Liam; y
¿tú?- respondió y devolvió la pregunta.
-Yo me llamo Amy.
¿Eres de la banda One Direction, verdad?-respondí.
-Pues sí.-asintió
Liam.
Rápidamente, salió
del coche un chico con un tupé y barba.
-¿Vas happening? Oh
dios mío.
Era más bien alto,
suponía que era el que faltaba, Zayn.
Todos los chicos
rieron, excepto Amy y yo, que no le veíamos la gracia.
Al cabo de media
hora, trajeron la grúa y el coche nuevo de los chicos.
-¿Os
llevamos?-preguntó Harry.
-No gracias,
pediremos otro taxi.-respondí con tono borde.
-Venga, no seáis
así, este cacharro tiene 7 asientos, cabéis de sobra.-insistió
Harry.
-Te he dicho que
no.-finalicé la conversación y llamé a otro taxi, mientras en el
que vinimos se lo llevaba también la grúa.
Llegamos a casa. Nos
encontramos a Maggie, completamente tirada en el sofá con un
albornoz y un montón de la ropa que se puso esta noche.
-¿Qué te ha
pasado?- preguntamos Amy y yo al unisono.
-Pues que el tal
Niall, de One Direction, me vertió un vaso encima y me puso perdida,
pero tuvo la cortesía de acompañarme a casa en un taxi.-dijo
tranquila, se me hizo raro, pues yo estaría super cabreada.
-¿Y no estás
enfadada?- le pregunté.
-Ya se me ha pasado,
el chico parecía simpático, además, me pasé un poco mandándole a
la mierda.- rió por lo bajo.
Nos quedamos las
tres viendo un rato la televisión, después cada una se fue a dormir
a su habitación.