viernes, 8 de febrero de 2013

Capítulo 4

Narra Maggie.

Pedimos un taxi, que tardó poco en llegar. Entramos.
-¿A dónde os llevo? - preguntó el taxista.
-A la calle ….,ehh- dijo Niall hablándole al taxista.
-¿En que calle vive?- preguntó en este caso refiriéndose a mí.
-En William Shakespeare Street. -dije burdamente y volví a mirar hacia la ventana.
-De acuerdo, allá vamos.- arrancó el coche el taxista.
Mientras poníamos rumbo hacia mi casa, el chico me miraba a los ojos, y yo le miraba a él sin decir nada. Hasta que el silencio se rompió cuando...
-Al menos me podrías decir tu nombre...-dijo el chico sin apartarme la vista.
-Me llamo Maggie, y ¿tú?-le dije con interés, pero sin que se notase.
-Mi nombre es Niall.-me dijo sonriendo.
Nos quedamos en silencio unos minutos. Empezó a sonar en la radio una canción que no conocía, y él me preguntó:
-¿Conoces esta canción?
-No.-le contesté.
-Es de One Direction, ¿conoces esa banda?
-Pues que ahora que lo mencionas, salió en la televisión.-le informé.
-¿Te gusta esa banda?- me preguntó.
-Pues si te digo la verdad, es que no me hacen mucha gracia; me caen mal, se creen que tienen todo en la palma de la mano, el centro del mundo.- le dije sinceramente.
-Ah... vale.-me dijo, con la mirada perdida hacia la ventana.
-¡Ya hemos llegado!-dijo el taxista.
-¿Cuánto es?-pregunté.
-No te preocupes...Lo pagaré yo. Hasta la vista, espero verte pronto.-dijo Niall, su sonrisa se borró instantáneamente.
Me dirigí hacia la puerta del piso y cuando quise mirar hacia atrás, el coche y él, ya no estaban.

Narra Emma.
Estábamos en busca de Maggie, no aparecía por ninguna parte.
-Amy, mándale un whatsapp.- le dije al oído por la molesta música.
Amy tardó poco en mandárselo, y Maggie tampoco tardó en contestar, estaba en casa.
Amy salió de la discoteca la primera para pedir un taxi; yo iba a llevar mi vaso a la barra. Cuando un chico alto, de pelo rizado, se puso en mi camino.
-Hola guapa, no deberías andar sola por aquí.-dijo el chico.
-Tranqui, he venido con amigas. Ahora si no te importa, apártate de mi camino, ¿si?- dije con ánimo de que se alejara de mi.
-¿No me reconoces?-dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Hmm...¿debería conocerte?- pregunté.
-Soy Harry, Harry Styles.-dijo extrañado y yo hice una mueca- ¿One direction? ¿No te suena esa banda?
-Ahh claro, eres uno de sus componentes. Pues lo siento pero no soy fan.- Dije intentándome ir.
-¿Qué te parece si le digo al DJ que ponga una canción lenta? Bailaríamos, tú y yo, solos.-dijo cogiéndome del brazo para que le mirara a la cara, parecía ligar conmigo.
-No, gracias, no bailo con niñitos del pop, que se creen el centro del mundo.-añadí y me alejé hasta llegar a la calle, donde estaba Amy.
Para entonces, ya estaba allí el taxi; nos montamos y pusimos rumbo a casa.
-A William Shakespeare Street, gracias.- dijo Amy con cara de cansancio.
-Tía, si te cuento qué me ha pasado allí dentro, no te lo crees.-dije.
-¡¿Qué te ha pasado?!- dijo Amy intrigada.
-Pues que un tal Harry, el chico ese, el de One Direction, ha intentado ligar conmigo, y me he quedado flipándo.- rechisté.
Cuando Amy iba a decir algo, chocamos contra algo, y un ruido desadragable proveniente de un cláxon, que ensordeció mis oídos.
-¿Qué ha pasado?- dije asustada, bajándome del coche.
De pronto, ví al mismo chico que intentó ligar conmigo, y nos habíamos chocado contra ellos, en un cruce.
-¡Joder! ¿Podrías tener más cuidado, no?- dijo enfadado el chico que manejaba el lujoso Land Rover.
-Parece ser que el destino nos a vuelto a unir.- dijo con ánimos de galán Harry.
-No creo que haya sido el destino, más bien, la mala suerte.- dije mirando hacia atrás para apartar la vista de aquel chico.
-No pasa nada, llamaré a la grúa, y que se lleven el coche y traigan uno nuevo.-dijo el chico que manejaba.
-¿Y tú quién eres?-preguntó Amy.
-Yo soy Liam; y ¿tú?- respondió y devolvió la pregunta.
-Yo me llamo Amy. ¿Eres de la banda One Direction, verdad?-respondí.
-Pues sí.-asintió Liam.
Rápidamente, salió del coche un chico con un tupé y barba.
-¿Vas happening? Oh dios mío.
Era más bien alto, suponía que era el que faltaba, Zayn.
Todos los chicos rieron, excepto Amy y yo, que no le veíamos la gracia.
Al cabo de media hora, trajeron la grúa y el coche nuevo de los chicos.
-¿Os llevamos?-preguntó Harry.
-No gracias, pediremos otro taxi.-respondí con tono borde.
-Venga, no seáis así, este cacharro tiene 7 asientos, cabéis de sobra.-insistió Harry.
-Te he dicho que no.-finalicé la conversación y llamé a otro taxi, mientras en el que vinimos se lo llevaba también la grúa.
Llegamos a casa. Nos encontramos a Maggie, completamente tirada en el sofá con un albornoz y un montón de la ropa que se puso esta noche.
-¿Qué te ha pasado?- preguntamos Amy y yo al unisono.
-Pues que el tal Niall, de One Direction, me vertió un vaso encima y me puso perdida, pero tuvo la cortesía de acompañarme a casa en un taxi.-dijo tranquila, se me hizo raro, pues yo estaría super cabreada.
-¿Y no estás enfadada?- le pregunté.
-Ya se me ha pasado, el chico parecía simpático, además, me pasé un poco mandándole a la mierda.- rió por lo bajo.
Nos quedamos las tres viendo un rato la televisión, después cada una se fue a dormir a su habitación.

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