Mi sonrisa se borró de mi
rostro, y la preocupación me invadió por completo. ¿Qué habrá
pasado? ¿Otra vez no podemos desaparecer? ¿Debe de ser algo
importante para que Emma me mande ese tipo de mensajes? Preguntan
como esas rondaban por mi cabeza. Mi tranquilidad se esfumó, pero
debía aparentar normalidad. No puedo alterarme, sin ni siquiera
haber escuchado las noticias. He de conseguir este trabajo como sea.
-Vendrá en un momento- dijo la
tal “Sarah” mientras se iba a atender unas mesas.
A los pocos minutos apareció un
señor alto de pelo moreno y ojos oscuro. Era muy atractivo y parecía
simpático.
-Hola- me dijo mientras me tendía
la mano.
-Encantada- saludé aprentandole
la mano.
-He visto tu currículum, y me
pareces la indicada para este trabajo. Ya has tenido experiencia
aunque no es muy larga tu estancia en cada puesto. Pero tienes muy
buenas recomendaciones.- hizo una pausa para coger aire y siguió-
Aunque soy nuevo en esto, pues el otro dueño me lo vendió te doy el
trabajo.
Al decir esas últimas palabras
una sonrisa se formó inconscientemente en mi cara. Por fin,
problemas de dinero solucionados.
-Gracias, muchas gracias, no lo
decepcionaré.
-Empieza usted mañana no llegue
tarde, como su turno es de tarde empezará a las cuatro en punto.
-Perfecto, aquí estaré- recogí
mi bolso y salí de la cafetería.
Narrador
omnisciente
Una conversación por teléfono
desde un lugar remoto:
-Si ya la he contratado. Plan en
marcha.
Narra
Maggie
Entramos en casa, no era gran
cosa, pero bueno.
Me fui a la cocina para preparar
la cena para que cuando viniera Amy estuviera hecha. Emma se tiró,
literalmente, en el sofá y encendió la televisión. En ese momento
daban las noticias, yo podía oírlas de espalda mientras metía la
cabeza en el frigorífico para ver que hacía para cenar.
Ya me disponía ha rebozar la
pechuga de pollo para pasarla por la sartén. Cuando Emma gritó.
-Ma..Maggie. Ve..ven, corre es
muy importante.
Me asusté, para que Emma
tartamudeara debía ser muy importante.
Corrí hacia el salón. Emma
estaba blanca, su cara mostraba preocupación.
-¿Qué ocurre? Estaba haciendo
la cena
Señaló hacia la televisión y
escuche el reportaje.
-Anoche, la policía detuvo a
un antiguo integrante de las mafias. Se le acusa, a él y a sus
compañeros que aún siguen fugitivos, de la muerte de nueve
personas, todas de las familias Dankworth y Birdwistle, las cuales
trabajaban para ella hasta hace una década. Se han encontrado todos
los cuerpos de los familiares, excepto los cuerpos de Juliet y Noah,
las hijas de la familia Birdwistle y la hija menor de la familia
Dankworth, Leah. Esta mañana fue juzgado por el juez Castro y se le
ha condenado a cadena perpetua.
La noticia acabó y la
presentadora dio paso a otras noticias.
Una lágrima resbaló por mi
mejilla para dar paso a otras que no tardaron en salir para dejar mis
ojos irritados y rojos, mientras que estas dejaban surcos por mis
mejillas.
-Y si les cuenta que estamos
vivas, y si le dice todo lo que sabe. Amy confió en él y se lo
decía todo a las mafias.
Narra
Emma
Maggie siempre era súper alegre
y feliz. Pero al hablar de ese tema su alegría se esfumaba.
-Y si les cuenta que estamos
vivas, y si le dice todo lo que sabe. Amy confió en él y se lo
decía todo a las mafias.
Lloraba como una magdalena y
sollozaba mucho. Agachó la cabeza y se sentó en el suelo, mientras
apoyaba la cabeza en la pared y se abrazaba a sus piernas.
Me levanté para tranquilizarla,
en eso era una especialista. Las cosas me afectaban tanto o más como
a las demás, pero nunca lo hacía ver en público.
-Maggie-la abracé dulcemente-no
te preocupes, Kevin no lo hará. Además, desaparecimos. No te
preocupes, nunca volverá a ser como antes.-mis palabras parecen
tranquilizarla poco a poco- Maggie, nuestra vida seguirá como es
ahora.
Levantó la cabeza y me miró a
los ojos.
-Solo debes de preocuparte de la
fiesta de esta noche, de no beber más de la cuenta y de pasártelo
bien con tus amigas.-Sonrió ampliamente-Porqué no hacemos juntas la
cena y esperamos a que venga Amy. Son las seis y media, así que no
tardará mucho.
Nos levantamos y nos dirigimos
hacia la cocina. Antes de dirigirnos hacia la cocina cogí mi móvil
y le envié un mensaje a Amy.
Terminamos de rebozar la pechuga
de pollo y la echamos en la sartén.
-¿Porqué no freímos patatas?-
propuse.
-Vale, puedes irlas pelando
mientras yo vigilo la carne.
Narra
Amy
Entré en casa y di un golpe seco
con la puerta. Asomaron la cabeza para mirar hacia la puerta.
-Hola-saludé.
-Hola-dijeron las otras al
unísono.
-¿Qué hay de cenar?-dije
entrando en la cocina.
-Carne con patatas-dijo Maggie.
-Por cierto Emma, que era eso que
había salido en las noticias, me asusté mucho al leerlo. Nunca
sueles escribir mensajes así-la cara de Maggie cambió radicalmente.
Su sonrisa desapareció y sus ojos se le humedecieron un poco.
-Maggie, tranquila, recuerda todo
lo que te he dicho antes. Eso no pasará- Emma intentaba calmar a
Maggie que parecía apunto de llorar. ¿Qué habrá pasado? No me
estaba enterando de nada.
Dejamos a Maggie con la cena, y
Emma y yo no fuimos al salón. El tema le afectaba mucho a Maggie.
-Lehandetenido-dijo Emma
rapidamente.
-¿A quién?
-A Kevin.
Al oír su nombre, mi mundo se
desplomó. Aunque fuese mi ex-novio y me hubiese utilizado lo seguía
queriendo. Fue todo para mí en ese momento.
Las lágrimas surcaron mis
mejillas sin que yo pudiera detenerlas.
-¿Co...como?- pregunté.
-Por lo que se ve le acusan del
asesinato de las familias Dankworth
y Birdwistle.
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