domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 7.


Narra Harry

Esa mañana me levanté sonriente, rememorando los sucesos de la última tarde. Ya había elegido presa, y no se me iba a escapar. Tarde o temprano caería, o ¿acaso alguna chica se ha resistido a mis encantos? No, nunca. Esta chica era difícil, ¡era un reto! Cosa que a mí me encantaba.
Después de estar unos minutos boca arriba, mirando hacia el techo, decidí que era hora de bajar y ver que hacían estos abajo.
-Vas happenin'!?- gritó Zayn en cuanto crucé la puerta de la cocina.
-Hola chicos, ¿qué tal?- pregunté.
Niall estaba embobado mirando su móvil, admirado y con una sonrisa tonta postrada en su cara. Mientras Liam y Louis intentaban preparar el desayuno; digo “intentaban”, porque ya era la tercera vez que se le quemaban las tostadas. Y Zayn miraba el telediario.
-Hola chicos, ¿qué tal?- pregunté alzando mi voz, pues ninguno de ellos me había contestado.
-Bien, ¿qué tal has dormido?- por fin, Louis se dignaba a hablarme.
-Como los angelitos- esbocé un sonrisa.
-Soñando con la pelirroja- añadió Zayn.
-Pues la verdad es que sí.
-Con que ya has elegido a tu siguiente víctima ¿crees que esta también caerá a tus pies, Señorito Styles?- dijo Louis haciendo como si fuera una entrevistadora, con voz de pito.
-Claro, ninguna se me resiste- me alagué.
-¡Por fin he conseguido que estas siete tostadas no se quemen!- exclamó Liam dejando un plato con pan tostado en la mesa.
Todos nos abalanzamos a por ellas, viendo como Niall seguía con su móvil sin ni siquiera inmutarse para comer.
-Nialler, ya está el desayuno- dije hacia él.
Niall no reaccionaba así que pasé mi mano por delante de sus ojos para ver si reaccionaba.
Al hacerlo un par de veces, exclamó un “Harry, ¿qué haces?”.
-Niall, por si no te has dado cuenta y está listo el desayuno- le dije.
-Amm, vale- dejó su móvil encima de la mesa y se dispuso a desayunar.
-Por cierto, ¿qué veías en el móvil como para no haber notado el olor de las tostadas, eh?- insinuó Louis moviendo sus cejas de arriba a abajo y viceversa.

Narra Niall

¿Y ahora qué digo? No esperaba que me preguntara sobre lo que hacía con el móvil, ni que se notase tanto que estaba ensimismado con ella . Coño, Niall di algo que así sospechan más.
-Ehh..., yo.. nada- intenté guardar el móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón, cuando Louis me lo quitó.-Louis, dame el móvil- dije mientras intentaba sin éxito quitarselo de la manos.
-Vamos a ver que estabas haciendo..- dijo mientras todos se arremolinaban hacia él, dejándome a un lado, para no poder quitarle el móvil.
-Pero mira a quién tenemos aquí, pero si es ni mas ni menos que Maggie- dijo Harry, mientras sujetaba mi móvil entre sus manos.
-Dadmelo ya.- dije.
-¿Cuando le hiciste el esta foto? No se dió cuenta, ¿verdad?- preguntó Zayn.
Era algo agobiante, pero vi que no iban a cambiar de tema, era mejor responder.
-Fue cuando estábamos todos juntos en la cafetería, mientras hablaba con Emma y se reía de algo que yo ignoraba, pero estaba tan guapa, que no pude reprimir las ganas de hacerle una foto; por supuesto, ella no se dio cuenta de que se la estaba haciendo.

Narra Amy

Los rayos del sol impactaban en mi cara, molestándome. Poco a poco, abrí los ojos, hasta posar mi mirada en la persiana, la cual había dejado subida la noche anterior. Perezosamente, me levanté a bajarla. Me di la vuelta decidida a volver a mi cama, cuando miro al reloj de mi mesilla. ¡¡LAS 8 Y MEDIA!! Debía estar en el trabajo a las nueve y ayer olvidé poner la alarma.
Rápidamente, me vestí.










Cogí una magdalena de la cocina y salí de casa.
Llegué al trabajo justo a tiempo, donde me esperaba Sarah detrás de la barra sonriente.
-¿Y esa sonrisa?- le pregunté mientras me ponía el delantal.
-Nada.- contestó simplemente.
-Bueno..., tu sabrás pero te veo muy sonriente.
Atendí a un par de mesas, y recogí la barra. Mientras dejaba un pedido sobre una mesa, alguien llamó mi atención.
-Camarera.
Me giré y detrás de mí se encontraban cinco chicos muy guapos.
-Hombre, hola, ¿qué hacéis por aquí?- les pregunté.
-Venimos a tomarnos algo- contestó Zayn, dejando ver una hermosa sonrisa.
-Claro-sonreí-bueno, ¿qué queréis?
-Cinco frappuchinos con nata y que vengáis con nosotros a una discoteca esta noche- dijo Harry.
Cuando Harry dijo eso, no sabía que hacer. ¿Qué le respondo? No es que me cayeran mal ni nada, parecían buenos chicos, no como salían en la televisión; pero..., se supone que no tenemos que tener confianza con nadie, y menos Maggie y Emma, pueden acabar mal paradas, ya nos arriesgamos una vez y todo salió mal por mi culpa, pero no tenía tanta cara como para decirles que no directamente, más tarde hablaría con las chicas sobre qué podríamos hacer.
-Bueno..., sobre el pedido, ahora lo traigo,y... sobre lo de esta noche, tendré que hablarlo con las chicas.- contesté, mientras me dirigía hacia la barra para preparar el pedido.
-Espera, -alguien me agarró de la muñeca, haciendo que mi cuerpo girara para quedar en frente de él- toma mi número y cuando sepáis que vais a hacer me llamas, ¿vale?- dijo Zayn mientras se iba, no sin antes hacer un guiño con un ojo.

Narra Emma

Me levanté aturdida al recordar lo de ayer. Inconscientemente, lleve mi mano hasta el cuello donde rozaba con la yema de los dedos la marca que Harry había dejado ayer. ¿¡Cómo podía ser así de imbécil!?¿Quién se creía que era yo?¿Y él? Ni que fuera el rey del mundo, bueno tal vez en el suyo, pero en el mió desde luego que no; y yo no era ninguna guarra como para tirarme al primero que posaba un poco de su atención en mí. En cuanto, lo viese le pondría las cosas bien claras. Ayer no pude reaccionar, tenía demasiado miedo. Solo de pensar en que me pudiera hacer, lo que yo pensaba en ese momento, había sufrido demasiado como para que otro me hiciera más daño. Hice una promesa y la cumpliré. ¡JAMÁS VOLVERÉ A CONFIAR EN NADIE, Y MUCHO MENOS EN LOS HOMBRES!

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